Toda mujer
cuando se queda embarazada lo primero que comienza a pensar es en la salud y en
el bienestar de su hijo, para intentar garantizarlo durante el embarazo se
hacen una serie de pruebas para dectactar posibles enfermedades que afecten al
feto. Para comenzar se hace un análisis de sangre para evaluar el estado
general de la mujer gestante y se pide una serología para descartar
enfermedades como hepatitis e VIH (previo consentimiento de la mujer).
¿Porque es
importante hacer la prueba del VIH?
Una madre que
sabe al comienzo del embarazo que es VIHpositiva tiene más tiempo para tomar
decisiones importantes. Ella y su proveedor de atención de salud tendrán más
tiempo para decidir cuál es una forma eficaz de proteger su salud y de prevenir
la transmisión maternoinfantil del VIH. También puede tomar medidas para evitar
la transmisión de ese virus a su pareja sexual.
El VIH se contagia de una persona a otra por medio de fluidos corporales específicos, como la sangre, el semen, las secreciones genitales y la leche materna. Las relaciones sexuales sin protección o el uso común de agujas con una persona con el VIH son las formas más comunes de transmisión de ese virus.
La transmisión maternoinfantil del VIH sucede cuando una mujer seropositiva lo transmite a su bebé durante el embarazo, el trabajo de parto y el parto o durante la lactancia materna. Puesto que el VIH puede transmitirse por medio de la leche, aunque en bajas concentraciones, debe valorarse los riesgos y beneficios de la lactancia, siempre va a ser mejor asegurar un aporte adecuado de nutrientes gracias a la lactancia que una alimentación deficiente por no poder acceder a la leche de fórmula.
¿Tendré parto vaginal o por cesárea?
El riesgo de
transmisión maternoinfantil del VIH es poco en el caso de las mujeres que toman
medicamentos contra ese virus durante el parto y tienen una carga viral de menos de
1.000 copias/mL cuando se acerca el momento del parto.
En el caso de
algunas madres seropositivas, un parto por cesárea programada a las
38 semanas de embarazo (2 semanas antes de la fecha prevista del nacimiento del
bebé) puede reducir el riesgo de transmisión maternoinfantil del VIH. Se
recomienda un parto por cesárea programada a las madres seropositivas que:
• No hayan
recibido medicamentos contra el VIH durante el parto;
• Tengan una carga
viral mayor de 1.000 copias/mL; o
• Tengan una carga
viral desconocida cerca de la fecha del parto.
Si antes del
parto por cesárea programada se observa ruptura espontánea membranas o si comienza el trabajo de parto, es posible que una
cesárea no reduzca el riesgo de transmisión maternoinfantil del VIH. Si no hay
ninguna otra razón obstétrica para someterse a una cesárea, los riesgos de
seguir adelante con el parto por cesárea programada pueden ser mayores que los
beneficios. Según la situación de cada madre, un parto vaginal puede ser el
mejor sustituto de un parto por cesárea programada.
¿Cuáles son los riesgos
del parto?
Hace unos años a todas las mujeres con VIH se les recomendaba una cesarea de elección para reducir el riesgo de transmisión vertical, pero estudios modernos demuestran que el riesgo de contagio es bajo y por tanto es más seguro realizar un parto que una cesara aunque todos los partos tienen riesgos, aun para las madres seronegativas por lo general, una cesárea tiene más riesgos que un parto vaginal como pueden ser las infecciones, dehiscencia de la herida quirúrgica, trombos....
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