El masaje infantil
proporciona grandes beneficios. Entre otras cosas, favorece el
crecimiento y desarrollo del bebé, alivia las molestias, relaja,
pero sobre todo es un momento de comunicación y contacto entre la
madre y el bebé, o entre el padre y el bebé.
Os daremos algunos
consejos a tener en cuenta sobre cómo preparar al bebé para una
sesión de masajes. Lo primero será escoger el mejor momento del
día, como por ejemplo, después del baño, antes de dormir o al
despertar.
Pasos a seguir antes de
comenzar la sesión de masajes:
•Escoge un ambiente
tranquilo con una temperatura templada sin corrientes de aire. Si
quieres puedes poner música relajante.
•Elige una superficie
plana y coloca una toalla encima para recostar al bebé. También
puede ser sobre la cama, el cambiador, pero procura vigilarlo en todo
momento.
•Ten lo que necesites
al alcance de la mano para no dejar al niño desatendido ni un
momento. Esto es, crema o aceite para masajes.
•Coloca al bebé
desnudo o con pañal encima de la toalla.
•Quítate anillos,
pulseras o relojes que pudieran hacerle daño.
•Procura tener las
manos templadas para que no sienta frío al contacto.
•Antes de comenzar los
masajes, aunque no entienda ni responda, invítale a comenzar la
sesión de masajes. Es muy importante que el niño está dispuesto,
desde luego no hay que forzarlo. Debe ser un momento placentero y no
convierse en un momento de no relax. Hay niños a los que no les
gustan los masajes, o puede que ese día y en ese momento que hemos
elegido no estén con ganas de que los toquen.
•Si lo notáis
dispuesto y contento, comenzar el masaje, siempre empezando por la
cara, las manos o los pies y poco a poco seguir con el resto del
cuerpo.
•Aqui puedes encontrar
algunas técnicas de masaje infantil, y también aquí.
•Tienes que estar
atenta a lo largo de la sesión de que el bebé se encuentre a gusto,
a señales que te indiquen si está disfrutando o bien está incómodo
y conviene dejarla para otro momento.
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