lunes, 11 de marzo de 2013

El parto: cómo prepararnos desde un punto de vista psicológico


¡¡Llega el Gran Día!! Después de 9 meses esperando, por fin vuestro bebe está a punto de llegar. Y estas últimas semanas son especialmente duras, no sólo por la pesadez y los dolores varios, sino, también por el cansancio psicológico de la espera y la ansiedad ante el parto. Si se trata del primer parto, es probable que el miedo a lo desconocido y las historias de las amigas hayan creado en tu mente imágenes de autentica pesadilla. Y si es el segundo, tercero o más ya sabes bien a lo que te enfrentas.

Aquí se propone un abordaje diferente, desde un punto de vista psicológico. No hay que justificar la importancia de prepararse no sólo física sino emocionalmente para este suceso. Un breve apunte de cómo la mente influye sobre el cuerpo. 

Desde la medicina psicosomática defienden que la mente tiene una supremacía o control total sobre el cuerpo (Por ejemplo, ¿no os ha pasado alguna vez que vuestro corazón se acelera cuando imagináis determinadas situaciones?)

Somos seres holísticos, somos cuerpo, mente y alma y pretender dividir o romper la simbiosis entre estos tres aspectos es negar nuestra naturaleza como seres humanos.  Si hablamos del parto, ¿alguien sabría decir alguna situación donde más claramente intervengan o se entrelacen el plano físico y el emocional? Es por ello que hoy propongo que nos preparemos también desde el punto de vista psicológico para ese gran día.

Son muchas las cosas que podemos hacer para ello, pero hay tres áreas realmente importantes y que pueden ser altamente efectivas a la hora de mejorar la experiencia del parto. Estas áreas tienen una clara repercusión no solo anímica sino también fisiológica, y por tanto, favorecerán que el bebe tenga menos sufrimiento fetal y que la madre guarde un mejor recuerdo de ese momento.

 Estas tres áreas son:

 La relajación: es probablemente el aspecto más conocido pero no sé hasta qué punto se le da la importancia que tiene. Las técnicas de relajación bien aprendidas y practicadas son un arma poderosísima ante la ansiedad y el dolor. ¡Ojo! no es que se vaya a poder soportar el trabajo del parto sólo con relajación, o con ninguna de las otras técnicas. Se debería profundizar en ello más de lo que lo hacen en muchas clases de preparación al parto.

 La visualización: que tan de moda se ha puesto desde las terapias y filosofías más alternativas. Punto de vista más cognitivo, como forma de enfocarnos ante una meta y unos objetivos concretos y como forma de tomar conciencia sobre la influencia que tenemos en nuestro parto. Pero ¿por qué no incluir la visualización positiva como forma de “buscar” ese parto ideal?

 La confluencia: es un término propio de la psicología humanista y que de forma muy simplificada hace referencia a la fusión de un individuo con otro o con una determinada situación, hasta el punto en que los límites desaparecen y tu propia esencia se ve comprometida. A priori parece algo complejo, pero durante el embarazo, de forma natural se da esa confluencia y esa pérdida de límites entre la mujer y su bebe, pero en el momento del parto, esa confluencia se ha de romper. Debemos estar preparadas para dejar de ser “uno y medio” y pasar a ser dos.

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