¡¡Llega el Gran Día!! Después de
9 meses esperando, por fin vuestro bebe está a punto de llegar. Y estas últimas
semanas son especialmente duras, no sólo por la pesadez y los dolores varios,
sino, también por el cansancio psicológico de la espera y la ansiedad ante el
parto. Si se trata del primer parto, es probable que el miedo a lo desconocido
y las historias de las amigas hayan creado en tu mente imágenes de autentica
pesadilla. Y si es el segundo, tercero o más ya sabes bien a lo que te
enfrentas.
Aquí se propone un abordaje diferente, desde un punto de vista psicológico. No hay que justificar la
importancia de prepararse no sólo física sino emocionalmente para este suceso. Un breve apunte de cómo la mente influye sobre el cuerpo.
Desde la medicina psicosomática
defienden que la mente tiene
una supremacía o control total sobre el cuerpo (Por ejemplo, ¿no os ha pasado
alguna vez que vuestro corazón se acelera cuando imagináis determinadas
situaciones?)
Somos seres holísticos, somos
cuerpo, mente y alma y pretender dividir o romper la simbiosis entre estos tres
aspectos es negar nuestra naturaleza como seres humanos. Si hablamos del parto, ¿alguien sabría decir
alguna situación donde más claramente intervengan o se entrelacen el plano
físico y el emocional? Es por ello que hoy propongo que nos preparemos también
desde el punto de vista psicológico para ese gran día.
Son muchas las cosas que podemos
hacer para ello, pero hay tres áreas realmente importantes y que pueden ser
altamente efectivas a la hora de mejorar la experiencia del parto. Estas áreas
tienen una clara repercusión no solo anímica sino también fisiológica, y por
tanto, favorecerán que el bebe tenga menos sufrimiento fetal y que la madre
guarde un mejor recuerdo de ese momento.
Estas tres áreas son:
■La relajación: es probablemente el aspecto más conocido pero no sé
hasta qué punto se le da la importancia que tiene. Las técnicas de relajación bien aprendidas y practicadas son un
arma poderosísima ante la ansiedad y el dolor. ¡Ojo! no es que se vaya a poder soportar el trabajo del parto sólo con relajación, o con ninguna de las
otras técnicas. Se debería profundizar en ello
más de lo que lo hacen en muchas clases de preparación al parto.
■La visualización: que tan de moda se ha puesto desde las terapias y
filosofías más alternativas. Punto de vista más
cognitivo, como forma de enfocarnos ante una meta y unos objetivos concretos
y como forma de tomar conciencia sobre la influencia que tenemos en nuestro
parto. Pero ¿por qué no incluir la visualización positiva como forma de
“buscar” ese parto ideal?
■La confluencia: es un término propio de la psicología humanista y que
de forma muy simplificada hace referencia a la fusión de un individuo
con otro o con una determinada situación, hasta el punto en que los límites
desaparecen y tu propia esencia se ve comprometida. A priori parece algo
complejo, pero durante el embarazo, de forma natural se da esa confluencia y esa pérdida de
límites entre la mujer y su bebe, pero en el momento del parto, esa confluencia
se ha de romper. Debemos
estar preparadas para dejar de ser “uno y medio” y pasar a ser dos.
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